Los tatuados brazos que ves sobre estas líneas son los de Miljenko Parserisas Bukovic, un buen hombre que se gana la vida vendiendo periódicos en la ciudad chilena de Valparaíso y que se gasta todo lo que gana y más en la obra de su vida: tatuarse todo el cuerpo con el rostro de Julia Roberts. En los últimos diez años –desde que viera en el cine la película Erin Brockovich– su piel ha dado cobijo hasta 82 retratos de la oscarizada actriz.